Antonio Laje regresó a A24 tras someterse a una ablación cardíaca
Antonio Laje volvió a conducir Otra mañana en A24 tras someterse a una ablación cardíaca por una fibrilación auricular detectada durante un chequeo médico aeronáutico.
Por Marco Sanz
Publicado en 25/09/2025 21:09
Entretenimiento
Antonio Laje explicó en A24 que fue sometido a una ablación cardíaca

Este jueves, Antonio Laje retomó la conducción de su ciclo matutino Otra mañana en A24, luego de tres días de ausencia por motivos de salud. El periodista explicó en vivo que fue sometido a una ablación cardíaca, procedimiento indicado tras detectarse una fibrilación auricular durante un chequeo médico aeronáutico. Además de su labor en medios, Laje se desempeña como piloto comercial, lo que lo obliga a realizar controles médicos periódicos.

Durante su regreso al aire, Laje agradeció públicamente a Eduardo Battaglia, quien lo reemplazó desde el lunes, y compartió detalles sobre su intervención: “El viernes yo me interné en el Sanatorio Las Lomas. Me tuvieron que hacer una ablación cardíaca por una arritmia, una fibrilación auricular que me apareció”.

Cómo se detectó la arritmia

El periodista relató que el problema fue descubierto al renovar su certificado médico aeronáutico. “Obviamente me tuve que hacer todos los estudios, y terminé el viernes en el Sanatorio Las Lomas”, explicó. La detección temprana permitió actuar rápidamente y evitar complicaciones mayores.

Laje también destacó el profesionalismo del equipo médico que lo atendió, en especial al cardiólogo Raúl Pérez Echepare, quien realizó la ablación, y al anestesiólogo Martín Roth. “Un agradecimiento enorme a todo el personal, fueron impecables”, expresó. Además, compartió una reflexión sobre la empatía médica: “Los médicos una vez por año deberían internarse como pacientes para saber lo que se siente”.

Qué es una ablación cardíaca

La ablación cardíaca es un procedimiento utilizado para tratar arritmias, alteraciones en el ritmo normal del corazón. Según Mayo Clinic, consiste en introducir catéteres por los vasos sanguíneos hasta el corazón y aplicar energía de calor o frío para generar pequeñas cicatrices que bloquean señales eléctricas anómalas. Esto permite que el corazón recupere su ritmo regular.

Entre las variantes del procedimiento se incluyen el aislamiento de venas pulmonares y el tratamiento de fibrilación auricular, taquicardia supraventricular, aleteo auricular y otras afecciones del sistema eléctrico cardíaco.

Indicaciones y riesgos del procedimiento

La ablación se recomienda cuando los medicamentos no logran controlar la arritmia, generan efectos adversos o cuando ciertas arritmias responden mejor al procedimiento. También se indica si hay riesgo elevado de complicaciones graves como paro cardíaco.

Los riesgos incluyen hemorragias, infecciones, daño vascular, aparición de nuevas arritmias, necesidad de marcapasos, formación de coágulos, accidente cerebrovascular, infarto y daño renal por contraste. Por eso, es fundamental que el paciente evalúe los beneficios y riesgos junto a su equipo médico.

Recuperación y evolución

La preparación para la ablación incluye estudios previos, ayuno y ajuste de medicación. Se realiza bajo sedación o anestesia, con acceso por vasos de la ingle, cuello o hombro. El procedimiento dura entre 3 y 6 horas. Luego, el paciente queda en observación y puede recibir el alta ese mismo día o al día siguiente.

La recuperación suele ser rápida, con molestias leves durante la primera semana. El regreso a las actividades cotidianas se da en pocos días, evitando esfuerzos intensos. En muchos casos, la ablación mejora significativamente la calidad de vida. Sin embargo, algunas arritmias pueden reaparecer, lo que podría requerir repetir el procedimiento o considerar otras terapias.

Un regreso con gratitud y conciencia

Antonio Laje cerró su mensaje con palabras de agradecimiento y optimismo: “Les quería contar por qué yo no estuve. Ahora estoy en recuperación y esperando que todo salga bien”. Su testimonio no solo informa, sino que visibiliza la importancia de los chequeos médicos y la atención especializada.

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