Si estás siguiendo el caso que sacudió a Florencio Varela y al país entero, sabés que la investigación sobre el triple femicidio de Lara Gutiérrez, Brenda del Castillo y Morena Verdi dio un giro clave. Las autoridades identificaron al presunto autor intelectual: Tony Janzen Valverde Victoriano, alias “Pequeño J”, un ciudadano peruano de 20 años, señalado como el líder narco que habría ordenado el asesinato múltiple.
La imagen de Valverde fue difundida por el Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires luego de una serie de allanamientos que revelaron su intención de escapar del país. La Justicia emitió un pedido de captura nacional e internacional, y su rostro ya circula por todos los registros de seguridad.
Un crimen premeditado con transmisión en vivo
La principal hipótesis de los investigadores es escalofriante. “Pequeño J” habría contratado sicarios para ejecutar el crimen como represalia por el supuesto robo de dinero y cocaína. Pero no se detuvo ahí: según fuentes oficiales, organizó la transmisión en vivo del asesinato a través de un grupo cerrado en redes sociales, con el objetivo de enviar un mensaje mafioso a su entorno.

“Dejó un claro mensaje con las muertes”, afirmaron los informantes. La decisión de filmar y difundir el crimen en tiempo real revela un patrón de violencia extrema y control narco, donde el asesinato se convierte en espectáculo y advertencia.
El perfil del líder narco más buscado
Tony Janzen Valverde fue descrito como un individuo “sanguinario”, aunque sus antecedentes delictivos aún no fueron revelados. Su área de influencia se extiende por el sur del conurbano bonaerense, especialmente en Florencio Varela, pero también se sospecha que tiene vínculos con grupos peruanos en Bajo Flores, Barracas y Villa Zavaleta.
El miércoles pasado, un allanamiento en Zavaleta estuvo a punto de capturarlo. Según los datos recabados, “Pequeño J” habría estado en una propiedad del tercer piso minutos antes de la llegada de los efectivos. La fuga refuerza la hipótesis de que cuenta con una red de protección y logística para evadir a las autoridades.
La caída de Sotacuro y el avance judicial
Mientras “Pequeño J” sigue prófugo, la investigación logró detener a Lázaro Víctor Sotacuro, el quinto sospechoso vinculado al triple femicidio. Fue capturado en Bolivia, en un hostal de Villazón, a solo 600 metros de la frontera con Argentina. La operación fue coordinada entre la Brigada de Investigaciones de La Quiaca, la Fiscalía de La Matanza y autoridades bolivianas.
Sotacuro está vinculado a uno de los vehículos utilizados para secuestrar a las jóvenes. Su detención permitió avanzar en la causa y reforzar la búsqueda del autor intelectual. El fiscal Alberto Mendivil lideró el operativo que culminó con el traslado del detenido a Jujuy, donde permanece en una cárcel de máxima seguridad.
Un caso que exige justicia y respuestas
El triple femicidio de Florencio Varela no es solo un crimen narco. Es una tragedia que expone la vulnerabilidad de las jóvenes, la brutalidad del narcotráfico y las fallas del sistema de seguridad. La sociedad exige justicia, y la captura de “Pequeño J” se convirtió en una prioridad nacional.
Las movilizaciones convocadas por Ni Una Menos bajo la consigna “ninguna víctima es descartable” reflejan el dolor colectivo y la urgencia de respuestas. La imagen del líder narco circula, pero su paradero sigue siendo un misterio.