“Se me llenó la tanga de baba”: el pasacalle con el que Vanesa colgó y logró que Gabriel dijera sí
Vanesa colgó un pasacalle para pedirle a Gabriel que sea su novio
Por Uruguay Al Día Radio Internacional
Publicado en 28/09/2025 06:58 • Actualizado 28/09/2025 06:59
Argentina
Vanesa colgó el pasacalle frente al club donde se conocieron boxeando. (Foto: gentileza Vanesa y Gabriel)

El pasacalle viral que pidió amor y terminó con un sí: la historia de Vanesa y Gabriel

Durante un jueves lluvioso en La Plata, Vanesa decidió que no iba a esperar más. Gabriel, su compañero de boxeo y pareja informal, no se animaba a formalizar la relación. Así que ella tomó la iniciativa con una propuesta tan irreverente como inolvidable: colgó un pasacalle frente al club donde se conocieron, con una frase que desató sonrisas, memes y emoción colectiva.

“Se me llenó la tanga de baba cuando te vi sonreír. Gaby, ¿querés ser mi novio? Vale hasta el 1 de mayo”, decía el cartel pintado por Vanesa y sus amigos del Club Bransen. El gesto, bautizado como “Operativo Leo Mattioli”, se volvió viral y terminó con un final feliz: Gabriel dijo que sí.

Cómo empezó todo: boxeo, risas y una pizzeada

Vanesa, licenciada en Economía y tatuadora, conoció a Gabriel en el gimnasio. Ambos entrenaban en horarios distintos, hasta que una “pizzeada” organizada por el profesor los cruzó. Esa noche, entre bromas y química, se dieron su primer beso “contra una columna cual adolescentes”.

Desde entonces, Gabriel cambió su horario para coincidir con Vanesa. Pasaron de no saludarse a entrenar juntos todos los días. Pero ella necesitaba algo más: una fecha, una pregunta, una formalidad. “Soy una persona de más de 40, necesito festejar un día”, reclamó frente a todos los compañeros del club.

El ultimátum y la idea del pasacalle

Gabriel prometió hacer la pregunta “un día feriado”, pero el tiempo pasaba. Vanesa, cansada de esperar, le dio un plazo: “Si no me preguntás, te lo voy a preguntar yo y no te vas a olvidar nunca más”.

Así nació el “Operativo Leo Mattioli”, inspirado en el último romántico de la cumbia. Con ayuda de su amiga Noe y toda la banda de boxeo, organizaron materiales, pintaron el cartel y lo colgaron en el único momento en que paró de llover. La frase elegida reflejaba el estilo provocador y divertido de Vanesa.

La logística detrás del gesto viral

La producción fue artesanal y comunitaria. Maderas, clavos, tanza, alambre y pintura sintética se combinaron en una cadena de amor. El cartel descansó en el estudio de Vanesa, donde incluso sus clientas se quejaron del olor a pintura. Pero ella tenía una misión: declarar su amor con estilo.

No faltó nada: la rosa de Mattioli, el traje, el humor ácido y hasta la alergia a las florerías. “Todo tenía una intención”, explicó Vanesa, que se lanzó a la conquista con una mezcla de romanticismo y sarcasmo.

El final feliz y la respuesta de Gabriel

El cartel colgado frente al club fue imposible de ignorar. Gabriel, sorprendido y conmovido, aceptó la propuesta. La historia se viralizó en redes, medios y grupos de WhatsApp. La Plata se unió en torno a una declaración de amor que rompió moldes y protocolos.

Vanesa y Gabriel demostraron que el amor puede aparecer en los lugares más inesperados y de las formas más creativas. Lo suyo empezó con boxeo, siguió con una pizzeada y terminó con un pasacalle que ya forma parte del folclore urbano.

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