¿Falló el sistema? La muerte de Katherine Maidana en la Cárcel de Mujeres
Si trabajás en medios, justicia o derechos humanos, este caso te interpela directamente. Katherine Maidana, de 30 años, murió este domingo en la Unidad N°5 del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), conocida como Cárcel de Mujeres, ubicada en Colón. Su fallecimiento, ocurrido a menos de seis meses de recuperar la libertad, desató una protesta interna y abrió interrogantes sobre el accionar institucional.
¿Quién era Katherine Maidana?
Katherine no era una interna más. Según su abogada, Lorena Mercurio, tenía un perfil activo: estudiaba, trabajaba y mantenía contacto regular con su familia. Su liberación estaba prevista para abril de 2025. “Nos llama mucho la atención lo ocurrido. Hace pocos días había tenido un intento de autoeliminación. No entendemos cómo fue derivada a los quintos pisos, donde no están tan monitoreadas”, declaró Mercurio.
Una amiga cercana también expresó su desconcierto: “Ella tenía planes, estaba estudiando y quería trabajar para mantenerse y cuidar a su hermana menor. No se activó ningún protocolo de suicidio, pese a los antecedentes”.
¿Qué pasó dentro del penal?
Tras conocerse la muerte, internas de la Unidad N°5 iniciaron una protesta con quema de colchones y banderas. El caos obligó a la intervención del grupo GEO y la Guardia Republicana, que apoyaron a los funcionarios del INR para restablecer el orden en los pisos 2 y 3. Según fuentes policiales, no hubo personas lesionadas, aunque se utilizó gas lacrimógeno para dispersar a las internas.
Este tipo de reacción colectiva no es habitual y refleja el nivel de tensión que generó el fallecimiento. Las internas no solo protestaban por la muerte de Katherine, sino por lo que consideran una falla grave en el sistema de prevención.
¿Hubo negligencia institucional?
La principal pregunta que se hacen familiares, defensores y organizaciones es si el INR actuó correctamente. ¿Se activó el protocolo de suicidio? ¿Se comunicó a la familia el intento previo de autoeliminación? ¿Por qué fue trasladada a un sector con menor vigilancia?
Estas dudas están siendo investigadas por las autoridades del INR, que aún no han emitido un comunicado oficial detallado. La falta de información clara alimenta el malestar y la desconfianza.
El contexto penitenciario en Uruguay
La Cárcel de Mujeres ha sido objeto de múltiples observaciones por parte de organismos de derechos humanos. La sobrepoblación, la falta de recursos psicológicos y la escasa capacitación en prevención de suicidios son problemas recurrentes. Este caso vuelve a poner el foco en la necesidad de revisar protocolos, monitoreo y atención integral a las internas.
Además, el hecho de que Katherine estuviera tan cerca de recuperar su libertad agrava el impacto emocional del caso. No se trataba de una persona aislada ni sin vínculos: tenía visitas regulares, proyectos y una red de apoyo.
¿Qué sigue ahora?
La investigación oficial deberá esclarecer si hubo omisiones, negligencia o fallas estructurales. Mientras tanto, el caso de Katherine Maidana se convierte en símbolo de una deuda institucional con las mujeres privadas de libertad. La sociedad, los medios y las autoridades tienen la responsabilidad de exigir respuestas claras y medidas concretas.